sábado, 17 de octubre de 2009

DEFINICON


Todos somos dueños de una identidad y eso es incuestionable; sin embargo, no todos nos sentimos orgullosos de ella, ni la vivimos plenamente. Pertenecemos al estado peruano, vivimos en su territorio y estamos regidos por sus leyes. Pero, ¿vivimos, los peruanos, dentro de una nación? definitivamente, no.

Antes de desarrollar los principales factores que nos alejan del referente de nación, es necesario reflexionar acerca de qué entendemos por identidad nacional. Según el historiador y filósofo Bernardo Subercaseaux, está comprendida por el conjunto de rasgos relativamente fijos, que se relacionan a cierta territorialidad, a la sangre y al origen, como una esencia inalterable formada por un pasado remoto. Para la psicología social, es el reflejo del inconciente colectivo que se expresa en diversas ideas y acciones sociales; y se transmite de forma genética de generación en generación, obviándose el proceso de aprendizaje y socialización (Carl Jung). Sin embargo, bastará con entender la idea de identidad que plantea Gissi (1987:51) para comprender la magnitud del problema que afrontamos: “La identidad es la respuesta a la pregunta ¿quién soy yo?”.

PRINCIPALES CAUSAS


El Perú es un país que posee una diversidad cultural, pero, a pesar de esto, sigue difundiendo una falta de identidad. La llamada “identidad nacional” no es una sumatoria de identidades múltiples, y es aquí donde radica el problema. Sumar identidades regionales fuertes no resulta en una identidad fuerte, mucho menos en un país que se caracterice por una composición étnica y muy heterogénea. Las diversas formas de cultura que se van formando en nuestro país nacen bajo la hegemonía de una orientación extranjerizante. También están la destrucción de todas las formas de culturas del Perú a través de malos programas de televisión, la desaparición de la enseñanza del arte peruano en las universidades, una cultura chatarra que es la que se difunde ampliamente en el país con la indeferencia hacia el Estado. Todo esto hace que el peruano se olvide de sus raíces y empiece a adoptar costumbres extranjeras. Así mismo, la ausencia de proyectos que inviertan en la difusión de nuestra cultura hace que esta pueda llegar a desaparecer, produciéndose, así, un asesinato cultural, un etnocidio.

Algunos de los antecedentes históricos de esta situación son la conquista española y la guerra con Chile. La invasión constituye un factor de ruptura en el proceso histórico de las regiones andinas, un acontecimiento que puso fin a un largo periodo de desarrollo autónomo y que marco el inicio de un largo periodo de devastadora presencia hispánica. La sociedad andina sufrió un proceso de desestructuración a todo nivel, incluido el de las subjetividades. La imposición del catolicismo cambio las formas de manejar la economía. Todo esto afecto, de manera directa a la sociedad, y, así, poco a poco, el país fue adoptando costumbres extranjeras. Por otro lado, la Guerra del Pacífico fue, sin lugar a duda, un quiebre muy fuerte. En el Perú, a partir de la Guerra del Pacífico hay una visión muy critica de nuestro pasado republicano. Durante la guerra con Chile, todos los peruanos se levantaron en protesta y se identificaron con su patria y salieron adelante, sintiéndose identificados con su país. Pero, luego de que la guerra terminó, los peruanos sintieron que su esfuerzo fue en vano y sintieron que su país no era lo suficientemente bueno. Con esto, se perdió toda identificación que algún peruano pudiese tener con su patria.

Por otra parte, algunas otras causas que provocaron el fenómeno de falta de identidad son la alineación hacia países desarrollados y la pluriculturalidad. La alienación es una causa muy importante, pues el país pierde su identidad al querer imitar a otras culturas, ya que piensan que son mejores al tener un mejor desarrollo y una mejor economía y no valoran su propia diversidad cultural. Otra de las causas es la pluriculturalidad que se da, ya que el Perú es un país que posee diversas culturas. En él, coexisten diversos grupos producto de las diferentes culturas andinas y amazónicas que existen y que existieron. El pueblo peruano debe reconocer y aceptar esta diversidad, así como también la existencia de varias lenguas. Esto debe originar un mutuo respeto entre las personas hacia las culturas que coexisten la pluriculturalidad del Perú. El Perú es un país cuya realidad social es pluricultural, plurietnica y multilingüe. En este sentido, el Perú , debe aprovechar esta pluriculturalidad y diversidad étnica, ya que constituyen una potencialidad, formulando políticas inclusivas. El abandono casi total de proyectos peruanos integrales que ayuden a manejar bien esta pluriculturalidad ha originado esta falta de identidad nacional en los peruanos.

Por todo esto el Perú de hoy en día no se encuentra identificado con su patria. El problema actual de esta situación es no aceptar que somos un país con una cultura muy diversa, el querer imponer la idea de una sola cultura, solamente provoca confusión y desorden en la búsqueda de una identidad. Todo este tema se ve reflejado, en parte, en aquellos jóvenes que se van del país, dando como perdedora a su propia nación. En conclusión, existen muchos mas factores que causan esta falta de identidad, pero el mas importante es la falta de interés de los peruanos.

PRINCIPALES CONSECUENCIAS

Son diversos los acontecimientos de nuestra historia que han contribuido a que no acabemos de forjar una sólida identidad nacional: por un lado, en nuestro inconsciente colectivo, persiste la idea del sometimiento; y, por el otro, no sabemos lidiar con nuestra heterogeneidad. Actualmente, somos el reflejo de aquella desintegración; y sus principales consecuencias las encontramos en nuestro espíritu derrotista y nuestros fuertes prejuicios raciales.“Existe un discurso no formalizado, una imagen de nación que se ha hecho sentido común pero que no se expresa como discurso político. Una imagen al espejo: los peruanos somos perdedores” (Sandro Venturo 2001:75). Es esta una grave consecuencia intrínseca con la que cargamos todos los peruanos debido a la falta de compromiso nacional que nos caracteriza. Ese espíritu derrotista que se ha apoderado de nosotros; y no nos deja sentir orgullo de lo que somos actualmente. Los peruanos hacemos al país, pero nuestras aspiraciones son pobres; por tanto, el futuro que nos espera es bastante incierto. La poca identificación nacional dificulta enormemente la realización de proyectos a largo plazo y, por ello, el éxito se ve bastante lejano a nuestra realidad.

Por otro lado, hasta el día de hoy, persisten las ideas arcaicas de las desigualdades por causas raciales, ideas que nos condenan a un estado sin integración y con una fuerte exclusión social. Estamos atados a nuestros prejuicios aunque no lo queramos admitir muchas veces. “La reivindicación indígena carece de concreción histórica mientras se mantiene en un plano filosófico o cultural. Para adquirirla -esto es, para adquirir realidad, corporeidad- necesita convertirse en reivindicación económica y política (…)” (José Carlos Mariátegui 1963). Aquella frase de Mariátegui debería ser anacrónica para nuestra época; sin embargo, aun no pasamos aquella brecha y la discriminación es algo de todos los días. Un país que busca convertirse en nación debe comenzar por dar igualdad de derechos y oportunidades a todos sus habitantes. Y es aquella marcada desunión la que nos quita fuerza y nos aleja de la idea de nación.

En conclusión, para llegar a obtener un cambio real es necesario modificar nuestro modo de pensar. Debemos dejar de vernos como perdedores y dejar de sentirnos superiores o inferiores. Solo cuando dejemos de cargar con las consecuencias de nuestro pasado podremos tener una próspera visión del futuro. Tenemos lo necesario para conformar un país desarrollado, pero nuestros prejuicios y complejos nos lo impiden.

POSIBLES SOLUCIONES :En cuanto a educación



La memoria es importante para la cultura de un pueblo, ya que permite conservar información y experiencias ocurridas anteriormente. Se ha afirmado que existe la conciencia del ser peruano; sin embargo, hay que aprender a gerenciar, cabalmente, a nuestro país. El Perú, país de distintos rasgos, construye su identidad en la fragmentación. “El Perú es producto de muchas identidades. ¿Cómo entonces establecer una identidad? La educación debe profundizar en el conocimiento de lo que somos y no las ideologías que han sido creadas para la exclusión” (Carrillo 2005:26).


Tomando en cuenta los problemas y consecuencias existentes en nuestra patria, una buena enseñanza de nuestra historia en las escuelas aparece como la mejor solución al problema de identidad. Los alumnos deben estudiar temas que desarrollen sus áreas cognitivas, afectivas y sociales. Para el logro de esto, se requiere que el alumnado trabaje temas concernientes a su región, de modo que potencialice su sentido de identidad y conciencia ciudadana. Además de ello, es necesario la aplicación de talleres de sensibilización, cuyo objetivo es que los alumnos busquen posibles soluciones a las anomalías históricas estudiadas en clase y la superación de resentimientos sociales heredados como el terrorismo. Finalmente, se debe aplicar fichas pedagógicas que desarrollen los puntos más esenciales de nuestra historia y así evitar textos memorísticos altamente disfuncionales (Carrillo 2005:) “Nuestra historia no debe ser un pasatiempo de hechos vividos, sino debe ser analizada y criticada para planificar un mejor futuro [...] la historia construye y desarrolla la conciencia de identidad de un pueblo” (Carrillo 2005:65).

OTRAS POSIBLES SOLUCIONES


Las consecuencias de cómo gerenciar nuestro país en este mundo globalizado, también repercuten en nuestra identidad. Basadre comentó: [...] aunque es tan rico y complejo el pasado del Perú, lo que importa, sobre todo, no es lo que fuimos sino lo que podamos ser.(Carrillo 2005:69) De esta forma, una cosa es la identidad como autodescripción consciente a un grupo cultural determinado, y otra el conglomerado de influencias culturales que han contribuido a formar nuestra manera de relacionarnos (Ansión 2001:65). Por ello, el Estado debe intervenir, responsablemente, en la patentación de aquellos productos que formen nuestra identidad y que con la globalización han adquirido un mayor interés comercial como la gastronomía, artesanía, textilería, música, etc. De igual manera, se debe actuar con la promoción interna y protección de nuestros circuitos turísticos, de modo que los peruanos, a un bajo costo, conozcamos nuestra patria tal como sucede en México. El deporte, bien gestionado, también enriquece la identidad. Desarrolla física y mentalmente a la nación, así como en el crecimiento de una autoestima peruana colectiva.


En nuestro país, la gestión de la biodiversidad animal, vegetal y mineral influyen en la formación de identidad de los habitantes. La acuicultura es uno de los econegocios de mayor demanda global. Un ciento de la comida marina consumida en el mundo proviene de granjas de conchas y peces. Esto, en nuestro país, abunda. Sin embargo, no son aprovechados al máximo (Brack 2004:173). De este modo, se hace necesaria la participación estatal y de organismos pertinentes para el incremento de desarrollo de estas áreas. Cuidando estos aspectos, el país fortalecerá su diversidad cultural, habrá una mayor identificación en la población con estos recursos y, por ende, un mayor interés por el cuidado y crecimiento de lo nuestro.


Se dice que el Perú de hoy está progresando; no obstante, aún no se hace lo necesario para obtener un recurso humano de calidad y productivo. Se necesita invertir en educación para generar desarrollo. De lo contrario, seguiremos eligiendo malos gobernantes, siendo cómplices de su corrupción y aceptando la subordinación. Nuestro país, rico en su diversidad cultural, nos brinda identidad y personalidad frente a otras naciones. Aprovechemos esta ventaja y aprendamos a conocerla, amarla y defenderla.

BIBLIOGRAFIA

  • Ansión, Juan María
    2001 Educar en la interculturalidad.
  • Brack Egg, Antonio
    2004 Enciclopedia temática del Perú: Ecología. Lima : El comercio editorial.
  • Carrillo Robles, Rita
    2005 La identidad nacional y la enseñanza de la historia del Perú: Lima: USMP